Me besas sin avisarme, mueves mi mundo atrevido, pues prepárate a aplicarme
la cura del extravío, porque si un beso me alcanza me olvidaré sin
remedio de todo lo que no sea, tu cuerpo contra mi cuerpo.
Serás
bien culpable entonces si tropiezo descuidada...
No se admitirán tus quejas y no podrás decir nada, si te arrastro en mi
caida desordenando tu cama.
Seguro será mi amnesia un motivo de
reclamo, tendrás que curar mi olvido por todo lo que he olvidado... se me olvidaron tus ojos, tus abrazos y tus manos; la culpa es de tus sonrisas y lo pagarás muy caro, lo quiero todo de vuelta me ayudas a recordarlo, repitiendo cada beso de todos los que me has dado.
Tardaremos
mucho tiempo o más si sigo enredada, serás doctor por mil días, mil noches, mil madrugadas. Recuerda
bien que sanarme no te ofrece garantías de que un día o una tarde yo sufra
una recaída.
Creo que estamos de acuerdo en que lo mejor sería, que
seas muy obediente, y me beses cada día para llenar de colores el aire que me respiras.
Ari.