A veces en la vida nuestro mundo se oscurece, todo lo que nos rodea
es dudoso y retorcido, oímos pasos que nos siguen, siempre han estado
ahí, siempre los hemos tenido como compañeros de camino, ese sonido,
tap, tap, tap, tap....
Ahora puestos contra la pared sin saber como salir del encierro donde estamos, por fin, temerosos giramos, por fin ante nuestros ojos, el causante de los ruidos, la penumbra, y las puntas de unos zapatos tan parecidas a los que llevamos.
Llamas, reclamas el nombre de tu compañero escondido y los pies retroceden, ruegas, por la compañía del desconocido, por algo que podría ser amigo... o enemigo.
De lo oscuro emerge alguien conocido, aun así sorprende volver a encontrar ese tu, ese cada uno lo que fuimos, lo que casi hemos olvidado pero que siempre, siempre están contigo, y traen entre sus brazos las memorias de una vida, de decisiones, de errores, de aciertos y desamores, extiende sus manos, tocas sus dedos, repasas sus recuerdos buscando un recodo del camino, un sorprendente giro en el inmenso laberinto, el que lo encuentres o te atrape como al minotauro depende solo de ese ser que has sido.
Cuida tu presente, porque cultiva un pasado que quizás en un futuro sea tu fuerza, tu sabio amigo
Ari
Como un fantasma es tu presencia, una sombra que siempre me acompaña, una luz que me ilumina en la fría madrugada; y si me entrego al infinito puedo tocarte en la umbría, en el sueño y la vigilia, porque eres tu quien me mira.
Manos de aire y aliento de llama, cuerpo de nubes, frente como cielo de alba despejada, todo mi entorno se queda quieto cuando tu vienes a llenar mi alma, a través del tiempo, me besas, horas o segundos ¿que importa?... ¡nada!. Sólo ese momento, cuando compartimos el ínfimo intento de sabernos vivos, de ser carne y uno, de tocar tu espalda, de acercar mis labios despacio a tu cara.
Mi amante de niebla, mi amor desconocido, mi cielo y mi tierra, mi presente eterno sin duda eres mío.
Ari
Mis ojos dicen que existes, o ¿acaso soy yo el reflejo de unos sueños incumplidos?, el fantasma de un alma inquieta que se remueve en sus cimientos cada mañana.
Esa otra que me pide a gritos salir dejar de estar presa de la rutina, de la pesada obligación de seguir latiendo como un corazón enfermo; flota en la habitación un negro y nauseabundo recuerdo de lo perfecto, de lo ideal se que es mi sueño y se que es tu realidad, atrapada en el espejo.
Se que si acepto será como aceptar mi muerte, o... tal vez.. tal vez pase a formar parte de ti que me miras con sorpresa, a ser consiente de lo que retengo.
Romperé el cristal, sacaré de mi vida ese maldito poso de esperanza, esos labios pintados como los mios, la envidia, el rencor, el odio que siento por tu felicidad me hacen levantar el arma decidida.
Me tienes miedo, gritas con la voz apagada porque no existes, solo yo, con mi vida aburrida y con mis pesados pasos sobre el piso triste cada mañana esa si merece la pena, no la tuya con la ventana siempre abierta, con las entradas y salidas, la gente, tantos que te quieren y que a mi me olvidan
La pistola en la frente y el alma cálida, lágrimas silentes... sorpresa en la cara por la despedida tanto tiempo deseada entre esos muros transparentes. Aprieto el gatillo y no siento nada.
No era yo la realidad que soportaba su imagen, yo era su peso su duda y su lastre, era la parte que sobraba en esa vida feliz, el demonio baldío y seco que la tenia aprisionada.
Arí
La añoranza no perdona, se oculta tras cada esquina, cada mañana acecha mi casa
Miro por la ventana y el gris cielo cae como plomo sobre la ciudad mojada saturando mi ya de por sí pesado ánimo
Cubro con mi aliento los vidrios empañados, y escribo una carta de amor efímera que nadie leerá
Las gotas se mezclan en mi cara con el reflejo de la lluvia en los cristales, forman la cascada que anega mi corazón en la agonía del no saber, solo sentir, que algo me espía.
El inconsciente abandono, la leve ternura de la despedida se ciernen sobre mi futuro más inmediato, cada mañana temido el desanimo, cada tarde esperanzado alivio, cada noche cuerpo consumido en ganas.
Y pienso, ¿porque no existo en otro mundo y en otro tiempo?, atada a la realidad afilada por el día a día, pulida en la erosionada vorágine de la vida.
Sálvame de este silencio sordo, acude a romper la noche fría, refresca en su momento el veraniego bochorno, templa mis huesos reescribe sobre mi en la piel tirante, con dedos ardientes la radiante invocación de la luz del alma, del beso perdido, de la verde rama, llena de color a quien ahora está vacía.
Ari
Cada palabra que dices,
florece en mi mente ingrata,
que guarda con avaricia,
lo que siempre me regalas,
tu risa, tu compañía, tus palabras enlazadas
que el corazón no recibe y llora triste su almohada
la piel que cubre mi cuerpo siente pena y se engalana
los ojos también se apiadan
robando tiempo a la mente
muestran la imagen que tienes cuando llega la mañana.
La sangre fluye caliente, y escapa de la redada
llega al corazón silente y le empuja de la cama.
Levantado el corazón mira por esas ventanas
recibe de tu alimento desde las venas sin trabas.
Repartiendo ese tesoro todo lo que siento manda,
todo el cuerpo queda envuelto en una dulce nostalgia,
por fin nadie llora dentro, por fin sopla brisa, y dulce viento,
llevándose entre sus alas uno tras otro lamento.
Ari
Ángel caído, tus alas ardieron, tu cuerpo fundido,
se incrusta en la tierra y cae en el olvido
Te sientes una parte de la inmensa arena
del mar de los sueños que las mentes pueblan
Ser inexistente, realidad fingida, alma aparente
triste es tu herída, vuelas confundido sobre la corriente
amasando en silencio tu tumba paciente
deseando el final, siendo que no puedes.
Sufres con lo eterno sin poder perderte
No esta permitido, huír del castigo de mentes rebeldes
no hay perdón del orgullo para un Dios inclemente
Ni mueres, ni vives, solo piensas... Todo duele
Ari
La pequeña llama de la voluntad puede quedar oculta durante un tiempo, triste y agazapada, olvidada y huida, pero nada más que eso, eterna luz que de pronto estalla, amable calor que nunca pierde su fuerza, como un guerrero que lucha hasta el puro agotamiento, como un avatar que vive de la pasión de los combates, como ave fénix retorna al duelo, y de nuevo las cenizas arden, y otra vez a batallar en duelo.
Levanta, elige tus armas, el contrincante te espera al alba, aviva pronto ese fuego resiste un día más, un nuevo ocaso llega, un nuevo amanecer está tan cerca, es el ciclo de la vida, caer y levantarse, pararse y caminar, acabarse y reinventarse, odiarse y volverse a amar.
Ari
Cuando la realidad cae con todo su peso sobre tu cabeza, no quedan más opciones que claudicar, o acaso la opción de unirte a ella en su mas negra vertiente, ser igual, fundirte con la bruja oscura para superar cada obstáculo que quiera destrozarte, asesinarla en defensa propia hasta que toda su sangre sea tuya.
Beber aquello que te duele, comer lo que te quiere matar, no te hará más fuerte te hará más real, mas consciente, de donde puedes llegar, cuanto conseguir y cual es el precio a pagar, y si ese peaje es alto, hay que asumir que nada es gratis, nada de lo importante se regala en una feria, la suerte no existe, a mayor sacrificio mayor recompensa, solo importa triunfar.
Ari
El tiempo pasa y se agota, como un reloj de arena que ha perdido su eternidad, no hay arena, no hay carcasa estanca que permita reciclar algo que se consume lo quieras o no
A cada uno se nos otorga una cantidad, mas grande o mas pequeña, sin que haya una regla que nos permita cuantificar, ni ahorrar, ni vender o compar. Todo se agota o se pudre, todo se disfruta o se deja pasar, quedan las pepitas, poso de recuerdos, que terminado todo, cuando nuestro reloj se envía a reciclar, es lo único que permanece en la perpetuidad, para que el mecanismo lo use otro.
Alguien distinto, otra entidad que llene el vació que dejas en el mundo, y eso, ¡el quien será!, tampoco lo podemos controlar.
Solo nos queda, comernos la vida y esperar que el bocado sea dulce, disfrutarlo y olvidar los mordiscos dados a destiempo, los que nos dejan con un regusto a inoportunidad.
Ari
Pelearé hasta el agotamiento, lucharé con todo lo que tengo, saldré adelante porque lo quiero, porque nadie podrá hundir mi fuerza de voluntad si creo.
Creo en tantas cosas que me hacen fuerte, pierdo en tantas cosas que me hacen dudar, en tus ojos encuentro el balance, en tus palabras la base que siempre me hará levantar
Ari
En la soledad de mi cuarto la noche eterna se cierne sobre mi, ocupándolo todo, ni siquiera las sombras se resisten a salir, nada importa ahora ni siquiera hay opresión, ni dulzura, ni terror, la nada me va haciendo presa casi sin darme cuenta.
Una caricia leve, una sonrisa aviesa, el sarcasmo de tu humor, me mueven, me esperanzan y me duelen, pero donde hay vida hay dolor, tus labios brillan cual alas de nocturna mariposa, la única que se atreve a romper este silencio este sin luz de agujero negro en el que suelo esconderme, ¿de que me escondo?, de todo, de mis miedos y mis triunfos de alegrías y pesar, de todo lo que signifique sentir de todo lo que luego se pueda transformar en tristeza
Incluso puedo huir de la felicidad sólo por el miedo de perderla, pero entonces ¿es vivir? o mi tiempo corre riesgo de transformarse en una cadena de montaje industrial donde los minutos son tornillos, las horas que pasan, tela de seda y los segundos las maderas que conformarán mi ataúd cuando la producción acabe.
Nadie tendrá en su mente un recuerdo, nadie llorará por mí... ¿sonríes aun?
Lo haces
La ironía de este momento risa ante la falta de sentimiento, color donde ni hay sol, dañando mis sentidos, haciendo que duela, si despierto ahora... en este momento. ¿Me recordarás, amor?
Ari
Cara a cara con la muerte, con lo difuso de lo perdido, con la falta de amable evasión, sin anestesia y sin filtro.
Fuiste tu... pude ser yo... la suerte del combate vino a mi lado, un día habrá que fluya a la par de alguien mas fuerte, con mas ganas, entonces, yo seré la máscara hueca que pierda la vida y te mire en la distancia a través de las cuencas vacías de mis exánimes ojos.
Ari
Y quizás he repetido alguno....... mmmmm espero que no. (^.^) bsitos
Ahora puestos contra la pared sin saber como salir del encierro donde estamos, por fin, temerosos giramos, por fin ante nuestros ojos, el causante de los ruidos, la penumbra, y las puntas de unos zapatos tan parecidas a los que llevamos.
Llamas, reclamas el nombre de tu compañero escondido y los pies retroceden, ruegas, por la compañía del desconocido, por algo que podría ser amigo... o enemigo.
De lo oscuro emerge alguien conocido, aun así sorprende volver a encontrar ese tu, ese cada uno lo que fuimos, lo que casi hemos olvidado pero que siempre, siempre están contigo, y traen entre sus brazos las memorias de una vida, de decisiones, de errores, de aciertos y desamores, extiende sus manos, tocas sus dedos, repasas sus recuerdos buscando un recodo del camino, un sorprendente giro en el inmenso laberinto, el que lo encuentres o te atrape como al minotauro depende solo de ese ser que has sido.
Cuida tu presente, porque cultiva un pasado que quizás en un futuro sea tu fuerza, tu sabio amigo
Ari
Como un fantasma es tu presencia, una sombra que siempre me acompaña, una luz que me ilumina en la fría madrugada; y si me entrego al infinito puedo tocarte en la umbría, en el sueño y la vigilia, porque eres tu quien me mira.
Manos de aire y aliento de llama, cuerpo de nubes, frente como cielo de alba despejada, todo mi entorno se queda quieto cuando tu vienes a llenar mi alma, a través del tiempo, me besas, horas o segundos ¿que importa?... ¡nada!. Sólo ese momento, cuando compartimos el ínfimo intento de sabernos vivos, de ser carne y uno, de tocar tu espalda, de acercar mis labios despacio a tu cara.
Mi amante de niebla, mi amor desconocido, mi cielo y mi tierra, mi presente eterno sin duda eres mío.
Ari
Mis ojos dicen que existes, o ¿acaso soy yo el reflejo de unos sueños incumplidos?, el fantasma de un alma inquieta que se remueve en sus cimientos cada mañana.
Esa otra que me pide a gritos salir dejar de estar presa de la rutina, de la pesada obligación de seguir latiendo como un corazón enfermo; flota en la habitación un negro y nauseabundo recuerdo de lo perfecto, de lo ideal se que es mi sueño y se que es tu realidad, atrapada en el espejo.
Se que si acepto será como aceptar mi muerte, o... tal vez.. tal vez pase a formar parte de ti que me miras con sorpresa, a ser consiente de lo que retengo.
Romperé el cristal, sacaré de mi vida ese maldito poso de esperanza, esos labios pintados como los mios, la envidia, el rencor, el odio que siento por tu felicidad me hacen levantar el arma decidida.
Me tienes miedo, gritas con la voz apagada porque no existes, solo yo, con mi vida aburrida y con mis pesados pasos sobre el piso triste cada mañana esa si merece la pena, no la tuya con la ventana siempre abierta, con las entradas y salidas, la gente, tantos que te quieren y que a mi me olvidan
La pistola en la frente y el alma cálida, lágrimas silentes... sorpresa en la cara por la despedida tanto tiempo deseada entre esos muros transparentes. Aprieto el gatillo y no siento nada.
No era yo la realidad que soportaba su imagen, yo era su peso su duda y su lastre, era la parte que sobraba en esa vida feliz, el demonio baldío y seco que la tenia aprisionada.
Arí
La añoranza no perdona, se oculta tras cada esquina, cada mañana acecha mi casa
Miro por la ventana y el gris cielo cae como plomo sobre la ciudad mojada saturando mi ya de por sí pesado ánimo
Cubro con mi aliento los vidrios empañados, y escribo una carta de amor efímera que nadie leerá
Las gotas se mezclan en mi cara con el reflejo de la lluvia en los cristales, forman la cascada que anega mi corazón en la agonía del no saber, solo sentir, que algo me espía.
El inconsciente abandono, la leve ternura de la despedida se ciernen sobre mi futuro más inmediato, cada mañana temido el desanimo, cada tarde esperanzado alivio, cada noche cuerpo consumido en ganas.
Y pienso, ¿porque no existo en otro mundo y en otro tiempo?, atada a la realidad afilada por el día a día, pulida en la erosionada vorágine de la vida.
Sálvame de este silencio sordo, acude a romper la noche fría, refresca en su momento el veraniego bochorno, templa mis huesos reescribe sobre mi en la piel tirante, con dedos ardientes la radiante invocación de la luz del alma, del beso perdido, de la verde rama, llena de color a quien ahora está vacía.
Ari
Cada palabra que dices,
florece en mi mente ingrata,
que guarda con avaricia,
lo que siempre me regalas,
tu risa, tu compañía, tus palabras enlazadas
que el corazón no recibe y llora triste su almohada
la piel que cubre mi cuerpo siente pena y se engalana
los ojos también se apiadan
robando tiempo a la mente
muestran la imagen que tienes cuando llega la mañana.
La sangre fluye caliente, y escapa de la redada
llega al corazón silente y le empuja de la cama.
Levantado el corazón mira por esas ventanas
recibe de tu alimento desde las venas sin trabas.
Repartiendo ese tesoro todo lo que siento manda,
todo el cuerpo queda envuelto en una dulce nostalgia,
por fin nadie llora dentro, por fin sopla brisa, y dulce viento,
llevándose entre sus alas uno tras otro lamento.
Ari
Ángel caído, tus alas ardieron, tu cuerpo fundido,
se incrusta en la tierra y cae en el olvido
Te sientes una parte de la inmensa arena
del mar de los sueños que las mentes pueblan
Ser inexistente, realidad fingida, alma aparente
triste es tu herída, vuelas confundido sobre la corriente
amasando en silencio tu tumba paciente
deseando el final, siendo que no puedes.
Sufres con lo eterno sin poder perderte
No esta permitido, huír del castigo de mentes rebeldes
no hay perdón del orgullo para un Dios inclemente
Ni mueres, ni vives, solo piensas... Todo duele
Ari
La pequeña llama de la voluntad puede quedar oculta durante un tiempo, triste y agazapada, olvidada y huida, pero nada más que eso, eterna luz que de pronto estalla, amable calor que nunca pierde su fuerza, como un guerrero que lucha hasta el puro agotamiento, como un avatar que vive de la pasión de los combates, como ave fénix retorna al duelo, y de nuevo las cenizas arden, y otra vez a batallar en duelo.
Levanta, elige tus armas, el contrincante te espera al alba, aviva pronto ese fuego resiste un día más, un nuevo ocaso llega, un nuevo amanecer está tan cerca, es el ciclo de la vida, caer y levantarse, pararse y caminar, acabarse y reinventarse, odiarse y volverse a amar.
Ari
Cuando la realidad cae con todo su peso sobre tu cabeza, no quedan más opciones que claudicar, o acaso la opción de unirte a ella en su mas negra vertiente, ser igual, fundirte con la bruja oscura para superar cada obstáculo que quiera destrozarte, asesinarla en defensa propia hasta que toda su sangre sea tuya.
Beber aquello que te duele, comer lo que te quiere matar, no te hará más fuerte te hará más real, mas consciente, de donde puedes llegar, cuanto conseguir y cual es el precio a pagar, y si ese peaje es alto, hay que asumir que nada es gratis, nada de lo importante se regala en una feria, la suerte no existe, a mayor sacrificio mayor recompensa, solo importa triunfar.
Ari
El tiempo pasa y se agota, como un reloj de arena que ha perdido su eternidad, no hay arena, no hay carcasa estanca que permita reciclar algo que se consume lo quieras o no
A cada uno se nos otorga una cantidad, mas grande o mas pequeña, sin que haya una regla que nos permita cuantificar, ni ahorrar, ni vender o compar. Todo se agota o se pudre, todo se disfruta o se deja pasar, quedan las pepitas, poso de recuerdos, que terminado todo, cuando nuestro reloj se envía a reciclar, es lo único que permanece en la perpetuidad, para que el mecanismo lo use otro.
Alguien distinto, otra entidad que llene el vació que dejas en el mundo, y eso, ¡el quien será!, tampoco lo podemos controlar.
Solo nos queda, comernos la vida y esperar que el bocado sea dulce, disfrutarlo y olvidar los mordiscos dados a destiempo, los que nos dejan con un regusto a inoportunidad.
Ari
Pelearé hasta el agotamiento, lucharé con todo lo que tengo, saldré adelante porque lo quiero, porque nadie podrá hundir mi fuerza de voluntad si creo.
Creo en tantas cosas que me hacen fuerte, pierdo en tantas cosas que me hacen dudar, en tus ojos encuentro el balance, en tus palabras la base que siempre me hará levantar
Ari
En la soledad de mi cuarto la noche eterna se cierne sobre mi, ocupándolo todo, ni siquiera las sombras se resisten a salir, nada importa ahora ni siquiera hay opresión, ni dulzura, ni terror, la nada me va haciendo presa casi sin darme cuenta.
Una caricia leve, una sonrisa aviesa, el sarcasmo de tu humor, me mueven, me esperanzan y me duelen, pero donde hay vida hay dolor, tus labios brillan cual alas de nocturna mariposa, la única que se atreve a romper este silencio este sin luz de agujero negro en el que suelo esconderme, ¿de que me escondo?, de todo, de mis miedos y mis triunfos de alegrías y pesar, de todo lo que signifique sentir de todo lo que luego se pueda transformar en tristeza
Incluso puedo huir de la felicidad sólo por el miedo de perderla, pero entonces ¿es vivir? o mi tiempo corre riesgo de transformarse en una cadena de montaje industrial donde los minutos son tornillos, las horas que pasan, tela de seda y los segundos las maderas que conformarán mi ataúd cuando la producción acabe.
Nadie tendrá en su mente un recuerdo, nadie llorará por mí... ¿sonríes aun?
Lo haces
La ironía de este momento risa ante la falta de sentimiento, color donde ni hay sol, dañando mis sentidos, haciendo que duela, si despierto ahora... en este momento. ¿Me recordarás, amor?
Ari
Cara a cara con la muerte, con lo difuso de lo perdido, con la falta de amable evasión, sin anestesia y sin filtro.
Fuiste tu... pude ser yo... la suerte del combate vino a mi lado, un día habrá que fluya a la par de alguien mas fuerte, con mas ganas, entonces, yo seré la máscara hueca que pierda la vida y te mire en la distancia a través de las cuencas vacías de mis exánimes ojos.
Ari
Y quizás he repetido alguno....... mmmmm espero que no. (^.^) bsitos
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